Els nens jugaven quan el foc va arribar a la ciutat al principi, després ja no acertaven a lluir ni un petit sonriure a la vorera del llabis. Tot hi pareixia estrambòtic i pesarós, la atmòsfera semblava tenir un regust a cendra, era el vapor de la terra cremada, del temps encés, dels dies rosegats per la flama.
Ningú no es va poder explicar la raó d’aquell malson que va començar cap a les dotze del matí, quan els geranis plàcidament dormien la migdiada i tot estava sotmés a la cadència del silenci i la claror.
Venien de tramuntana gèmecs d’aus, baixaven a tota presa de la muntanya. La gent s’aturava a bessar el sostre de la seu amb precs d’atur i arrepentiment, però si res s’hi podia fer, ningun déu pot volatilitzar els problemes.
Donçs la cantina es va plenar, munts de gots conformaven la geometria del fi proper, tothom era ja rodant a ran de les rajoles, ara etíliques i tíbies.
A cada minut es podia apreciar com s’hi construien al sostre del cel noves riallades de núvols famolencs, d’oscures i salvatges intencions, com un tipus de depredadors ancestrals, perduts en les narracions més arcanes.
Les baralles s’ecampaven a tota reu, cadascú era lliure ara de dir al seu veí el que deveres pensava.
Els amants corrien nus i lliures, ja mai més es tindrien que amagar, ara perviurien per sempre sota llançols involubles i verinossos, sota el sol, el foc, en un jóc sense límits ni fronteres d’óxid.
Tan sols els nens ploraven ara, els seus pares fugien cap a un idili, en la recerca desesperada del darrer cop de plaer amagat.
Tot hi pareixia haver adquirit un insòlit ordre natural fins que va esdevenir un fet pertorbador: com si tot alló haguera estat escrit pel destí, varen començar a caure petites gotes d’aigua a la nit fosca, i el dia que havia estat momentáneament un últim petó de vida, va ser nit governada per l’incandescència de les brasses,la remanència del caliu que abans havia segut l’única i vertiable opció de supervivència emocional.
A cada fracció de segon tot hi era més humid, més fred, terrós i tètric, dins de qualsevol ésser viu segurament batallava un cúmul de direccions contràries que aprendre, estímuls i sentiments inversos.
Ningú, m’imagine, no sabria el que dir a la persona que tenia al seu costat.

wah

Es hora de ofrecerles una canción sobre el destino,
La muerte,
Y de cómo Edipo se folló a su madre en medio de Alabama.
Versa sobre el pánico,
El fin.

THE END
This is the end, beautiful friend

This is the end, my only friend

The end of our elaborate plans

The end of everything that stands

The end No safety or surprise

The end I'll never look into your eyes again

Can you picture what will be

So limitless and free

Desperately in need of some stranger's hand

In a desperate land

Lost in a Roman

wilderness of pain

And all the children are insane

All the children are insane

Waiting for the summer rain

There's danger on the edge of town

Ride the King's highway

Weird scenes inside the gold mine

Ride the highway West,

baby Ride the snake Ride the snake

To the lake To the lake The ancient lake,

baby The snake is long Seven miles

Ride the snake He's old And his skin is cold

The West is the best

The West is the best

Get here and we'll do the rest

The blue bus is calling us

The blue bus is calling us

Driver, where are you taking us?

The killer awoke before dawn He put his boots on

He took a face from the ancient gallery

And he walked on down the hall

He went into the room where his sister lived

And then he paid a visit to his brother

And then he walked on down the hall

And he came to a door And he looked inside

Father Yes son?

I want to kill you Mother,

I want to. . . C'mon baby,

take a chance with us C'mon baby,

take a chance with us C'mon baby,

take a chance with us And meet me at the back of the blue bus

This is the end,

beautiful friend

This is the end,

my only friend

The end It hurts to set you free But you'll never follow me

The end of laughter and soft lies

The end of nights we tried to die

This is the end.


En ocasiones es mejor no explicar vidas que no tienen explicación.
Morí un mes de julio,
En París.

Creo que venderé humo, venderé el humo callado e inextenso del alma. También venderé el humo que trasnocha en la espesura del iris, el que mana sereno del cáñamo. El que hace reír a los ingenuos por sistema, el humo vacío de los que arden en deseos, o están al rojo vivo. Probablemente venda el humo de los bienpensantes,ese que mana sibilino de sus coronillas.
Conseguiré monopolizarlo, probablemente lo patentaré en Berna donde no me será costoso, y luego lo almacenaré durante decenios, como un buen Chardonay, o cualquiera de esas variedades vinícolas con nombres pretenciosos.
Cuando me haga millonario vendiendo humo, haré las maletas y me largaré de aquí. Viviré en una novela romántica teñida de color morado sin ser por ello homosexual, y moriré de placer.

Al principio fui niño, luego no sé en que me convertí.

Me convertí en una geografía barata,
en cuatro rimas baratas,
en un muñón de emociones prefabricadas.

Ahora lo sé.

Ahora me difumino en mi propio absurdo,
nunca seré lo que quise ser,
jamás tendré bastante,
me detengo y aprecio que la vorágine de los segundos no será mi paliativo,
quisiera, en mi última noche abrazar a una melodía,
conquistar el vacío que habita entre tus dedos,
bostezar y ver que todo ha acabado,
y que no exista nada,
y que todo respire.

Quiero dormir bajo una duna de arena escarlata,
cálido, sempiterno, oxidado,
amaneciendo a cada instante,
inventando susurros,
deconstruyendo los límites del pasado.

Al principio fui niño, fui niño, fui.

y eso

Que vivan los que entre cartones leen a la madrugada,
Vivan los fatuos, las estatuas inmunes al equilibrio
Que viva el amanecer del brío,
sangrando en la aurora de cartón y escarcha.

Que vivan los capitanes mostrencos
hendidos en el aroma de la harmonía,
que vivan los violadores de la eufonía,
obreros en parisinos avernos.

Que vivan perdidos, en el amor untuoso,
troquelando pechos espongiformes,
alzando rimas, masturbando pasiones,
carismáticas ratas de pelaje artificioso.

Que vivan los que son y los que cambian,
carcajadas con sabor a amapola,
amaneceres inauditos, dientes de boa.

Que vivan los que no pueden dejar de hacerlo.

docerreabo de octubrespaño

Me agradaría expresionar simplícitamente su entendimiento y proconsideración hacia el evento que acadece a una desfechatez simbólizada como el docerrabo de octubrespaño, benemérito ascondecimiento del diastro de la hispanoanalidad, endonde queda remarquizada nuestra unonidad como pueblastro unigregarizado, ecuestrizado, escolásticoñostrapolarizado, bipartidarionte y febrilizado.
Cabe señalar que esta facha es importantizada por mi majestad el rey de espiña, bourbón de bourbones me hincha satisfactoriamente el real cetro y las rales pelotas que lo adornan.
Desde mi atrono, del que caga el moro, quiero reinventar la espiña y decir que esta está cosidaunificada por las mirerdaseparciones frontonerales, rectales y curvas y apuñalar las hipotántricas antonomías del pueblo vascuño y el catalanoide, para que la nefastidad dcretada en nueva planta siga recoñomiendo la mortal a más genteraciones ciudadaniles.
Adiós, ejército becérrico y homofoide, aplastantespañuelizado, recuerda que todavía puedes patruputeñear por aquel lugar que te salga, para que todo exista igual de mal, no olvides de vez en lustro refolletear al pueblo árabesco.
Buenas salenas y a cascarla.

Nada ama más mamá.
A tal aspa, chacal, pata,
ala, araña, alacrán.
A tal atar, casar, acatar, arrancar,
atascar, cargar, lavar,
sangrar, atragantar.
A tal clamar, amamantar, amar.
Mamá ama al amar las ágatas aparcadas a la cara,
tan plata, tan mar, tan azar.
a tan anca,
a tan chapa,
a tan alarmar,
a tan calar,
a tan mal, a tan haragán