lunes, 11 de mayo de 2009

2:00 A.M.

Mientras me persiga el sudor de los relojes de arena,
el titilar de mil serpientes en raya diplomática,
las alzas y las bajas bursátiles,
el porcino color de la publicidad,
sabré que soy libre,
libre, al menos ,para morirme de asco.

Para implorar ciudades inexistentes,
cargar con fantasías, pajas mentales,
y demás utillería.

1 comentario:

Comenta y ensancha el alma.