viernes, 6 de noviembre de 2009

Al principio fui niño, luego no sé en que me convertí.

Me convertí en una geografía barata,
en cuatro rimas baratas,
en un muñón de emociones prefabricadas.

Ahora lo sé.

Ahora me difumino en mi propio absurdo,
nunca seré lo que quise ser,
jamás tendré bastante,
me detengo y aprecio que la vorágine de los segundos no será mi paliativo,
quisiera, en mi última noche abrazar a una melodía,
conquistar el vacío que habita entre tus dedos,
bostezar y ver que todo ha acabado,
y que no exista nada,
y que todo respire.

Quiero dormir bajo una duna de arena escarlata,
cálido, sempiterno, oxidado,
amaneciendo a cada instante,
inventando susurros,
deconstruyendo los límites del pasado.

Al principio fui niño, fui niño, fui.

1 comentario:

Comenta y ensancha el alma.